Carlos E. Lanusse, Grupo de Reflexión Política, 23-7-19

Para un país de economía en recesión, inflación, alto nivel de pobreza, desocupación y enorme endeudamiento, una política basada en polarización y enfrentamiento es una atrocidad política. No solo porque con ella no se logran resultados, sino porque entre la pobreza creciente y los rechazos polarizantes, crece el resentimiento y el vaciamiento del futuro.

Para el populismo, la lógica de enfrentamientos es su caldo de cultivo preferido, pues medra y crece a fuerza de conflictos sociales. Para todos los demás, una señora corrupta y corruptora es inadmisible. Pero bajo la batuta de Durán Barba, no sólo es una demostración de infertilidad e incapacidad política, sino de alta irresponsabilidad, ante una sociedad dolida, empobrecida y sin esperanzas razonables…que el macrismo no interpela ni interpreta.

Es por eso que el ingreso de dos personas con pensamiento político, ni marketinero ni agrietante, como Miguel A. Pichetto y Martin Lousteau, resulta un giro sine qua non para ese partido, más allá de lo electoral,pues es indispensable para gobernar en paz. Y si el Presidente lleva dos años de atraso en comprenderlo, una vez que ese giro sea implementado podrá ir hacia reformas cruciales, como la laboral,impositiva y previsional.

A este respecto vale citar algunas frases del Dr. Facundo Manes, insospechado de politiquería electoralista, aunque atento al Conocimiento. “Fomentar la grieta puede servir como estrategia para ganar una elección, pero conspira contra la posibilidad de dialogar y generar la empatía necesaria para arribar a un consenso amplio con el fin de lograr un proyecto de país que nos permita un crecimiento sostenido y una sociedad más igualitaria”. Y continúa, “Necesitamos,…dejar de ver el país únicamente a través de los cristales que nos dividen. No se trata de que pensemos todos lo mismo. Se trata de hacer de la diferencia una virtud” (Clarín, p.29, 20/7/19)

Razones de la atrocidad

Vale comprender las razones de un asesor de campaña creador de una estrategia siniestra en lo político. Especialmente, si aísla al Presidente en un castillo de cristal inentendible e inaccesible (ahora quebrado por los extrapartidarios y el descrédito del Jefe de Gabinete). Esas razones son:

1. El plan económico del gobierno fracasó y no hay otro en su reemplazo, ni siquiera para campaña.
2. Durán Barba tampoco conoce la macroeconomía, no está en condiciones de separar el trigo de la paja, pues hay partes valiosas en lo económico que no sabe presentar ni vender.
3. La parte errónea del plan económico puede ser encapsulada y presentada para resolverla en el próximo gobierno. Para ello, aparte de la humildad, hay que saber cómo segmentar el plan económico y ningún asesor está en condiciones de hacerlo.
4. En lo político-económico el macrismo va al choque con los políticos incorporados, pues no van a quedar de brazos cruzados mientras continúe la desocupación, altísimos intereses bancarios, este Gasto (incluyendo intereses), altos impuestos y una resistencia política creciente, (aunque,… nadie se suicida en las vísperas).

La tarea de hacer coherentes al nuevo plan político y al agotado plan económico, no ha ocurrido todavía, aunque es crucial para mantener la iniciativa. Mientras tanto, el país entero vacila entre desconcierto y desesperanza,… a días de las PASO.

El problema es de origen. Si el presidente no conoce sobre macroeconomía, no tiene un ministro de economía y se rodea de mesadineristas venidos a más, lo extraño sería que la economía funcionara bien. Pero esa carencia siempre existió, como vimos hasta ahora y seguiremos viendo.

Recuperación del tiempo y la iniciativa perdidos.

El Presidente debería tomar el toro por los cuernos y salir, personalmente, a mostrar un plan económico de largo plazo, algo que nunca hizo. Si no lo hace, nadie quedará conforme, la pulseada en el mercado de cambios va a ser enorme y puede llevarse nuestras divisas (acumuladas a deuda). En este caso, ¿cuál es su valor agregado?, ¿sus buenos modales y hablar inglés?, ¿su financierismo?

Porque los argentinos ya derrotamos a Cristina y lo seguiremos haciendo, más allá del gobierno de turno, especialmente si éste no es capaz. Ahora, un resbalón en la PASO puede ser útil. Puede provocar, como en Abril en lo político, un giro en el programa económico, además de darles poder de negociación a los economistas candidatos.

No hay ningún abismo, sólo la lucha por recuperar nuestra Historia.

Dos clases de hechos y una sola verdad

Sin entrar en consideraciones emocionales, vale tener en cuenta los hechos, estos suelen corroborar verdades y desmentir falsedades. En el campo político, el empate entre las alternativas políticas polarizadas demuestra que no hemos avanzado, esas mismas eran las condiciones en 2015. Empate es vergüenza, no hay hechos nuevos y nuestra evolución es nula.

En materia económica la realidad es peor, los grandes indicadores muestran una situación empeorada, en inflación, recesión, pobreza, ausencia de inversiones y desocupación, cuando además hemos llegado al endeudamiento máximo. Y todo, sin recambio esperable.

Frente a esas dos clases de hechos, políticos y económicos, hay una sola verdad: cuatro años de gobierno macrista nos han llevado a… ninguna parte. Está en nosotros repetir o corregir.