La crisis económica golpea a las empresas argentinas que, al cerrar, no pagan impuestos
Notas, Sociales 15/07/2021, 0 Comment 224Los hechos que se producen diariamente en nuestra Patria tienen una elocuencia que supera todo discurso. Por donde miremos, nos encontramos con palabras de la presente administración absolutamente contrarias a las circunstancias que deforma y a las obligaciones que debieron obedecer y fueron burladas.
La situación económica argentina es gravísima porque se ha olvidado acatar el principio fundamental en materia económica: hacer honor a la palabra empeñada. Como eso no se cumple y se considera -con total naturalidad-que no es imperativo atenerse a las obligaciones contraídas, la Argentina carece de crédito en el mundo y desde luego en el orden interno. Cuando pedimos un préstamo los acreedores saben que la tasa de interés que debe fijarse por la inmoralidad del deudor no es la normal para la operación que fuere, sino mucho más alta. Ese sobre precio desemboca en inflación y en pobreza y estas dos hechos han generado la desocupación que padecemos . Además tenemos las consecuencias adversas de una pandemia tan torpemente enfrentada que en pocos días más llegaremos a las 100.000 muertes .¿Quién se va a ser responsable del dolor de las familias involucradas? Es inaceptable no haber advertido a tiempo a la población que tener menos vitamina D en la sangre que la establecida por la ciencia abre las puertas del contagio, la enfermedad y hasta la muerte. Para evitar todo esto bastaba con media hora diaria de exposición diaria al sol, formidable enemigo del coronavirus y sus mutaciones.
IDEAS PARA ENFRENTAR LA CRISIS:
Esta crisis ha golpeado duramente a todas las empresas en general y a quienes trabajaban para ellas. En esta oportunidad, como no podemos abarcar todo el devastador panorama que nos rodea, nos vamos a limitar a buscar soluciones para los padecimientos de un sector de los afectados que son propietarios y empleados de pequeñas empresas que fueron clausuradas o están próximas a hacerlo. Desde luego preocupa mucho el cierre total o parcial de las grandes empresas o que se vayan del país pero, en esta oportunidad, examinaremos que se puede hacer para ayudar a las pequeñas empresas a instalarse en el mercado o ayudarlas para que no se cierren. El autor piensa que el gobierno se ha ocupado de fijar torpemente una alta indemnización por despido que el pequeño empresario no puede pagar y que ambos, patrones y empleados no quieren. Lo que piden es que se los ayude a conservar el empleo. El desgarrón afectivo que el cierre de la pequeña empresa causa a dueños y dependientes, es terrible, difícil de soportar para sus víctimas. En muchos casos se ocasiona un debilitamiento del estado anímico y físico de los afectados que finalizan engrosando la lista de enfermos por “corona virus” o directamente se mueren.- Aquel morbo se especializa en derribar a quienes recibieron disgustos muy graves como el inferido.
¿Por qué nos ocupamos aquí de estudiar cómo hacer para que los que tuvieron que cesar en su actividad o están decididos a hacerlo, retomen el pretérito lugar que ocupaban? Por la sencilla razón de que el que ya estaba instalado tenía una experiencia y conocimientos importantes y que ya sabía lo difícil que es sobrevivir en el sector privado. Todos ellos están curtidos luchando permanentemente contra la adversidad que significan dirigentes políticos mal elegidos que designan innecesarios empleados públicos cuyos sueldos se pagan con más impuestos o emitiendo moneda . Hay, además, una ley económica que dice que las pequeñas empresas son más creadoras de ocupación que las grandes. Si reestablecemos a las pequeñas; las grandes también van a poder sobrevivir. Es obvio que para tener una gran empresa es necesario primero crear una pequeña empresa como fue el caso de muchos empresarios argentinos que comenzaron con modestos talleres. Para convencer a alguien que reabra la actividad que clausuró o continúe en ella es necesario tener funcionarios con imaginación y con la convicción que para hacer volver al que se fue, o al que se está por ir, hay que darle inteligentes garantías inusuales. Debe partirse del supuesto de la ley que dice “La empresa que se cierra no genera tributos”. Su corolario dice así: “ En consecuencia, si para obtener recaudación genuina debo rebajar los impuestos, es negocio para el Fisco. La empresa que cerró o que va cerrar no paga impuestos”. Además no hay economista serio que no diga que “La desocupación es más contagiosa que muchos virus”. Cada desocupado a quien se le quitan las ilusiones y el empleo, no tiene un cobre para llevar a su casa .Como no gasta, otro pierde su empleo.
¿Qué pasaría si al que cerró o va a cerrar porque no aguanta más, un gobierno serio le dice lo siguiente: Si abre, el crédito que pida al banco NO paga I.V.A por todo el período que dure el crédito y del I.V.A. que paga el comprador, su empresa se queda con una parte que le sirve para pagar al banco las cuotas del crédito. La otra parte va al Fisco. Supongo que el lector, a esta altura de la propuesta, podrá decir que esta es disparatada y que el autor no mereció haber sido Director del Banco Central. Nos vamos a defender diciendo que se trata de empresas que cerraron o van a cerrar. El fisco no pierde nada y al contrario algo va a percibir porque obtiene tributos de quien se los iba a cortar completamente . El banco haría operaciones con una empresa que va a recibir parte del I.V.A.-con cada venta que haga de manera que va a tener ingresos para pagar el crédito. En este esquema donde tienen ingresos y crédito asegurados quienes cerraron su empresa o están por hacerlo, le es posible pensar en reabrir o continuar su negocio y también les va a convenir a sus empleados y proveedores. Es bueno señalar que la filosofía de esta idea no es original de quien esto escribe sino que la tomó de Lee J. Iacocca, Presidente de Chrysler, quién le demostró al Congreso norteamericano que si no lo ayudaban, iban a perder la carrada de tributos que esa empresa aportaba al Tesoro . Aquí es lo mismo y debería ser adoptada esta idea como principio por el Fisco argentino: Una empresa en quiebra, sea grande o pequeña, no tributa. Mejor sería ayudarla para que pueda pagar. Una empresa a quien le impedimos exportar no crea empleos ni le sirve al Fisco en nada. Mejor sería examinar si justifica darle una mano.
Juan José Guaresti (nieto)
Crédito fotográfico: Kontrainfo.com
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