Se debe exportar más bienes y servicios y estimular el turismo receptivo

Se debe exportar más bienes y servicios y estimular el turismo receptivo

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La manera seria y correcta que los países como la Argentina tienen para recaudar moneda extranjera es vender a las otras naciones bienes y servicios fabricados o realizados en nuestro medio. Otra forma de obtener moneda extranjera es alentar el turismo receptivo para que -rápidamente- turistas del mundo disfruten de las inmensas bellezas naturales argentinas y se genere la relación amistosa que debe existir con todas sus implicancias humanas y económicas. 

La opinión general sabe que para recibir dólares con los cuales pagar las deudas es preciso realizar exportaciones de bienes y servicios y alentar la visita de turistas extranjeros a nuestro generoso suelo, por lo que resulta  absolutamente inaceptable que nuestros gobernantes recurren a pedir prestada moneda a financistas extranjeros e inclusive  al Fondo Monetario Internacional del cual somos el principal deudor, eludiendo lo que deben hacer: Exportar más e incentivar el turismo desde otros países.  Tampoco es aceptable que en lugar de entregarles a los exportadores extranjeros y a sus inversores las divisas que les pertenecen y se les deben, se haya postergado desde 2011 esos pagos apelando a una norma jurídica de clara inconstitucionalidad que se denomina popularmente “cepo cambiario”. Lo mismo acontece con los importadores a quienes no se les paga.

BREVE HISTORIA DESDE EL GOLPE DE ESTADO DEL 4 DE JUNIO DE 1943 HASTA AHORA.

La Argentina fue apartada de los principios republicanos que habían sido instalados exitosamente en nuestro medio desde la Constitución de 1853, y se gobernó al estilo fascista que campeaba en Europa pese a que al 4 de junio de 1943, luego de dos grandes batallas, una en África en Noviembre de 1942 y la otra en Europa en Enero de 1943,  se demostró que los ejércitos nacional-socialistas no eran invencibles. Un año más tarde en Agosto de 1944 debido a que las actitudes de nuestro gobierno se habían exhibido próximas a las ideas fascistas  Winston S. Churchill Jefe del Gobierno inglés y líder de la libertad del hombre,  expresó en su parlamento “Nosotros sentimos gran pena y también ansiedad como amigos de la Argentina en este tiempo de prueba para las naciones porque no se ha comprometido a declarar sincera, claramente y sin reservas que está del lado de la libertad y ha elegido enredarse con el mal  y no solo con el mal sino con el lado perdedor”. (la negrita es del autor). En 1943 había comenzado una dictadura que se prolongó   hasta septiembre de 1955. Desde esa época, con excepción de los gobiernos de los Dres. Frondizi e Illia, tuvimos algo que se prolongó hasta ahora: El tipo de cambio con un peso caro y un dólar barato. Es decisivo recordar que el producto bruto interno de 1940 instalaba a la Argentina en el séptimo lugar en el orden mundial y que el gobierno constitucional argentino compró en 1942, 42 barcos de ultramar, con los cuales, con poco dinero, formó la Flota Mercante del Estado.  Esta decisión permitió a la Argentina en plena guerra, por ser neutral, exportar a ambos bandos contendientes, lo que era pagado generalmente en oro.  Menos de un año más tarde, el autor de esa compra genial, presidente Ramon Castillo fue destituido y tuvimos en su lugar una dictadura como no se había conocido desde 1853. La Argentina perdió gradualmente hasta ahora la posición que había tenido en 1940 en cuanto a su lugar internacional en el producto bruto interno al extremo que ahora estamos en el número 75 o peor. La política del dólar barato y el peso caro coincide con nuestro alejamiento del mundo internacional: El pueblo argentino no podía ser “Ni Yanquee ni marxista. Solamente seguir la política local”. No existían para nuestros gobernantes los países ni las ideas de las demás naciones de América, Asia, Europa, África y Oceanía. Estábamos en lo nuestro y lo nuestro significaba exportar menos debido al tipo de cambio y continuar retrasados en el orden mundial.  

Un especialista internacional argentino, el Dr. Felipe de la Balze, brindó varios datos de formidable importancia para comprender nuestra situación, de los cuales vamos a citar dos: Dijo el profesor de la Balze: “En primer lugar, si tomamos el coeficiente de apertura-es decirla suma del total de importaciones más exportaciones dividido por el Producto Bruto Interno -obtenemos como resultado un 13%. Es decir, nos encontramos entre los diez países más cerrados del mundo. En segundo lugar, analicemos la participación argentina en el comercio internacional. En el año 1950 nuestra economía participaba del 2,5% de la economía mundial en términos de comercio. En la actualidad, ese número es del 0, 25 %, es decir diez veces menor. En otras palabras, la declinación ha sido no solamente muy grande, sino también duradera en el tiempo. Si bien es cierto que ha sucedido en forma gradual, el declive ha sido muy profundo”.

Han incidido en nuestra declinación de la cantidad de productos agropecuarios que exportamos, el hecho que algunos dirigentes durante muchos años han aplicado un impuesto disparatado sobre importantes productos de exportación, camuflado bajo el nombre de “retenciones” que han disminuido nuestras exportaciones perjudicando al agro, reduciendo el producto bruto interno e impidiendo recibir las divisas que necesitamos. Actualmente también perjudica al agro y al país, la cotización del dólar que en los últimos ocho meses-SEGÚN DIJO EL PERIODISTA DE NOTA, JAVIER BLANCO EN UNA NOTA PUBLICADA EN EL DIARIO LA NACIÓN: “…HA COSTADO AL BANCO CENTRAL  9122 MILLONES DE DÓLAR, SOLO EN ENERO, 1656 MILLONES. ARTIFICIALMENTE NO SUBE EL DÓLAR. 

CONCLUSIÓN: Hace unos 2400 años, Aristóteles sostuvo una tesis contraria a la de nuestro gobierno que en diciembre de 2023 estableció que el dólar valía $800 más el 2% mensual que debía acrecentar a partir de esa fecha. Aristóteles dijo en “La Ética a Nicómaco” que “para fijar el valor de la moneda había que inmovilizar los precios de todos los productos”, decisión que es imposible hacerla. No hay nada que esté sujeto a más variaciones en todo momento y lugar que los precios de los bienes y servicios, como lo dicen los economistas serios. Nuestro gobierno, en consecuencia, fijó el valor de la moneda contrariando a la realidad. Ese valor de $800 más el 2% mensual es de nulidad absoluta porque no se puede fijar para la moneda un valor irreal. Todos los meses el índice de precios al consumidor dice la verdad que no coincide con el 2% mensual.

Estas manifestaciones demuestran que muchos males nacieron cuando apareció la dictadura que destrozó el orden constitucional de 1853.  Allí se instaló el tipo de cambio con el peso sobrevaluado, las exportaciones no fueron las que corresponden, la producción no fue la que debía ser y la situación internacional argentina se llenó de timidez y apocamiento. Se buscaron préstamos y no mercados, los ferrocarriles que habían sido decisivos para el desarrollo fueron colapsados y las riquezas que brindaba el escenario de ríos, minerales, posibles obras públicas y el mar, quedaron sin utilizarse. Todo esto se arreglará en la medida en que se cumpla con la ley y la Constitución, el Poder Legislativo no permita que exista el “cepo cambiario” ni un tipo de precio de la moneda inverosímil ni impuestos a la producción, que la Justicia tenga el juicio por jurados disposición constitucional no cumplida en los 170 años precedentes, y que las libertades sean respetadas.  Si no fuera así, seguiremos “con el lado perdedor”.

Juan José Guaresti (nieto)

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