El tipo de cambio argentino debería sustentarse en la realidad que surge del índice de precios al consumidor que se sustenta en los precios de los productos que forman el mercado. Los economistas serios dicen algo muy sencillo: El valor de la moneda lo da lo que se puede adquirir concretamente con ella. Si se puede comprar poco, la moneda vale poco y lo contrario si nos dan mucho. El índice de precios al consumidor basado en la realidad dice que vale $1800. El Gobierno dice que vale 1050/1100 sin otro sustento que su propia decisión.

Lamentablemente nuestros gobernantes han decidido continuar en esta materia tan decisiva, con lo que han  dispuesto gobiernos anteriores desde hace muchos años atrás en los que sobrevaluaron la moneda nacional. La decadencia argentina que empezó el 4 de Junio de 1943, ha tenido en la sobrevaluación del peso y en la  ruptura de las instituciones republicanas, buena parte de su alevoso origen que en materia del tipo de cambio continua, como también sigue en pie lo que se llama popularmente el “cepo cambiario”. Si se hubiera comenzado casi un año atrás con una política de estímulo a las exportaciones, hubiéramos recibido muchas más divisas que hubieran generado gran prestigio porque serían el resultado del comercio internacional.  Con ellas, así obtenidas, fácilmente se podría  haber reducido nuestro impresionante pasivo y mejorado el nivel de vida de nuestros sectores más necesitados.  En lugar de ello se está intentando obtener crédito del Fondo Monetario Internacional sin ofrecerle cancelar gradualmente esa deuda. A esa  negociación le falta lo esencial: Un plan de pagos basado en la duplicación (por lo menos) de las exportaciones para dejar de ser, seriamente, el principal deudor de esa institución internacional  a la que acudimos solamente para pedirle prestado o que nos prorrogue la fecha del pago de lo adeudado. A  ese plan se debería incorporar el turismo dada la inmensa belleza del paisaje argentino y la cordialidad de sus hijos que garantizan importantes ingresos en moneda extranjera. No se puede olvidar la cantidad de empleos serios y bien remunerados que generaría un aluvión de nativos de otros países.

SOMOS MÁS POBRES PORQUE EXPORTAMOS POCO

En 1940 el producto bruto interno nos colocaba en el séptimo lugar de las estadísticas internacionales. Ochenta y cuatro años más tarde nos hallamos en un lugar posterior al 75. En 1942 el gobierno que presidía el Dr. Ramon Castillo, adquirió 42 barcos de ultramar por muy poco dinero, con los cuales se exportaban a ambos bandos productos argentinos, aprovechando nuestra neutralidad. Esos productos se pagaban con grandes cantidades de oro, cuyo destino se ignora. Un año más tarde, el Dr. Castillo fue expulsado de su cargo pese a su honradez y seriedad. Tal eran estas que, cuando falleció, sus amigos pagaron su entierro porque su familia no tenía con qué hacerlo. Este episodio convoca el recuerdo del Dr. Illia, otro patriota,  y el resultado económico negativo que tuvo para él su paso por la Presidencia.

Los economistas serios saben que si se exporta mucho, la economía interna se expande y aumenta la riqueza colectiva pero lo contrario también es cierto. Véase la “Macroeconomía y Política Económica”, de Eduardo R.Conesa, libro del cual “solamente” hay  siete ediciones. El Dr.Conesa tiene doce libros escritos y  formidables antecedentes intelectuales de aquí y de Estados Unidos.   Cofundador del Encuentro de Economistas Argentinos. Sobre el tema debería consultarse también con el notable economista Héctor L.Giuliano, también cofundador del Encuentro de Economistas Argentinos. En suma en estos 84 años, fuimos en general “barranca abajo” en buena medida por el tipo de cambio como el que tenemos ahora.

SE ESTÁ ESTIMULANDO EL TURISMO ARGENTINO EN EL EXTERIOR Y  DESALENTANDO  EL INGRESO DEL TURISMO EXTRANJERO:

La diferencia que existe entre los $1800 que vale realmente el dólar si tenemos en cuenta la solidez del índice de precios al consumidor y lo que se paga según los cálculos del gobierno (algo así) como $1050/1100. Eso lo sabe cualquiera como sabe que fuera del país-Brasil por ejemplo y ahora Punta del Este-va a ser más barato, que aquí. También es muy conveniente presentarse en Italia o España. Lo mismo le pasa al turista extranjero: No viene aquí, salvo en una escasa medida. Resultado final : Gastamos afuera en lugar de aquí con lo cual mucha gente queda sin trabajo o con malos ingresos. Habrá menos inflación, es cierto pero hay muchas familias que no llegan a fin de mes…

EL VALOR DEL DÓLAR EN $ 1050/1100 NO SE SUSTENTA EN LA REALIDAD

El gobierno estableció cuando devaluó la moneda en diciembre que desde ese momento se debía incrementar su valor oficial añadiéndole un 2% MENSUAL. ¿Cuál es la relación que tiene este porcentaje con la realidad? NINGUNO. Entonces no es moneda. El valor de la moneda tiene que tener completa y absoluta relación con los hechos. En 1899 se estableció la relación con el oro. Ahora ya se sabe internacionalmente que esa relación es muy peligrosa y no se la tiene en cuenta. El 2% mensual de incremento mensual porque no tiene sustento en otra cosa que el parecer oficial,  es todavía peor.

EL EJEMPLO DE CHILE

Desde hace muchos años el peso chileno se indexa según la realidad. Gracias a ello de un 500 % y tanto,  también desde hace mucho tiempo tiene un 3% de inflación anual.  Su situación personal es muy superior a la nuestra. Deberíamos seguir su experiencia como lo plantea un gran economista argentino Guillermo Laura en su libro “La moneda virtual”, cuya lectura me permito recomendar.

EL TIPO DE CAMBIO ACTUAL PERJUDICA NOTABLEMENTE A LA INDUSTRIA NACIONAL
Con las reformas recientemente realizadas el importador va a adquirir el bien importado pagando la moneda extranjera con 1100 pesos por dólar. El fabricante argentino, en cambio, para fabricar lo que vende, debe pagar el precio del mercado y gastar según un índice superior que hizo que 800 pesos de diciembre de 2023 se transformaran en pesos 1800 en Noviembre de 2024. El productor local no puede
competir.

ARGENTINA PUEDE SALIR DEL POZO EN QUE SE ENCUENTRA SI ABANDONA LA POLÍTICA, CON MUCHOS AÑOS DE FRACASOS, DE TENER UN TIPO DE CAMBIO FUERA DE LA REALIDAD.

Juan Jose Guaresti (nieto)