Debemos cambiar para enfrentar la crisis económica
Actos, Economía, Notas 22/01/2018, 0 Comment 398El 17 de enero de 2018 a las 12.45, el Doctor Juan José Guaresti (nieto) disertó en el Rotary Club de Buenos Aires, en el Sheraton Hotel. El tema económico de actualidad, ”Debemos cambiar, para enfrentar la crisis económica”, fue el título de la ponencia que el especialista dio en el marco del almuerzo rotario.
Muchas cosas se han hecho bien en estos dos años. Lamentablemente algunos dirigentes no han asumido que lo que no funciona sustancialmente es el Estado y que los tres poderes del gobierno durante 74 años han sido reducidos a una caricatura de lo que debieron ser. El resultado ha sido una inflación que tiene escaso parangón en toda la superficie del globo y el retraso del país en términos mundiales. Pese a la gran aptitud de nuestro pueblo, rodeado de una geografía de excepcional riqueza, hay en su seno 30% de pobres, hemos contraído impresionantes deudas en moneda extranjera que no pueden ser reembolsadas con los ingresos habituales, se ha destruido la red ferrocarrilera que hizo la grandeza de la República y el gobierno actual ha recibido la herencia de un Estado tan grande como inepto, principal generador de la inflación que padecemos. El país se ha achicado. En 1940 nuestra economía era igual al resto de América del Sud sumado. Ahora no.
PARA GANARLE A LA INFLACIÓN ES PRECISO PRODUCIR Y EXPORTAR MÁS
El Banco Central ha elegido combatir la inflación con un método que en el pasado fracasó siempre: Fijar el tipo de cambio subvaluando artificialmente el valor de la divisa extranjera con intereses altos creyendo que esa terapia detendría el alza de los precios. Si la causa de la inflación y del retraso argentino se encuentra en sus desvaríos institucionales, en el tamaño e impotencia del Estado y en la carencia de transportes económicos, es imposible pensar que la sobrevaluación artificial del tipo de cambio y la suba de la tasa de interés, sirven para corregir la inflación, fruto del déficit fiscal originado en los males mencionados. El dólar barato nos ha ocasionado el año pasado un gran deterioro en la balanza comercial de más de 7000 millones de dólares a Noviembre de 2017 más otros 10.000 millones de dólares en el balance turístico, con la obvia disminución de ingresos tributarios. Otras actividades productivas como las del complejo agroindustrial, las economías regionales, la industria en general y muchas empresas no pueden acrecentar su producción ni sus ingresos ni la creación de empleos porque el tipo de cambio desalienta la exportación. Tampoco generan ingresos adicionales para el Tesoro Nacional, lo que se necesita para corregir el déficit fiscal y por ende su influencia en la suba de precios. La inflación debe ser enfrentada estimulando la creación de bienes y servicios al máximo y no estorbando a los compatriotas que en el marco de la libertad y el trabajo duro quieren colocar nuestros productos en los mercados internacionales.
LOS IMPUESTOS ELEVADOS SON LA CONSECUENCIA DE LOS GASTOS INNECESARIOS DEL ESTADO.
Los impuestos que están destruyendo nuestras posibilidades de desarrollo son originados por pagar sueldos a empleados públicos innecesarios, sin voluntad de servir al pueblo y sin la preparación adecuada quiénes contrastan con funcionarios de calidad QUE EXISTEN Y QUE SON IMPRESCINDIBLES. Con este nivel de tributos originados por aquellos gastos y la inoperancia estatal, no es posible el crecimiento económico que requiere la República. No se trata de discutir si tal impuesto es mejor que el otro, sino de reducir todos para lo cual el Poder Ejecutivo debe, entre otras medidas, congelar las vacantes que se produjeran en su elenco por muerte, jubilación, renuncia o lo que fuera, lo que debe ser imitado por los otros poderes del gobierno. Deben bajarse los gastos improductivos….y su consecuencia que son impuestos impagables. La Argentina produce menos de lo que debería producir por el tipo de cambio irreal y otros factores mencionado. Si produce menos, el Fisco recauda menos…Como los impuestos no alcanzan, se cubre el faltante con endeudamiento y emisión monetaria. Ambos hacen subir los precios.
El cambio de política requiere del concurso popular y su comprensión que el costo y la inoperancia del Estado determinan inevitablemente el estancamiento de la economía y precios elevados. Los empleados del Estado que encontraron en él un sueldo y una obra social no los abandonaran fácilmente, de manera que es imprescindible alentar la expansión de los sectores productivos de la economía que originen empleos genuinos para brindarlos a quiénes sobren en el Estado y corregir la situación fiscal. Pensar que se pueda despedir en masa a quiénes están de más es algo muy difícil, por lo menos en lo que se llama “planta permanente” que son la mayoría de los casos.
¿La actual política económica es congruente con las propuestas precedentes? En materia de obra pública se han corregido el desorden y corrupción pasados. Ello ha impulsado la creación de empleos y se han concretado tareas públicas que ayudan a la población, lo que es una indiscutible mejora. En lo que concierne a los gastos en estos dos años ha crecido el número de empleados sin eficiencia comprobada y por ende el déficit fiscal con sus consecuencias sobre el alza del costo de la vida.
EL ESTADO DEVUELVE EN SERVICIOS MUCHO MENOS DEL IMPORTE DE LOS IMPUESTOS QUE RECAUDA.
El déficit real es mucho mayor que el meramente contable donde solamente se computan los ingresos contra los abultados egresos. Mediante una metáfora podríamos decir que pagamos 100 en impuestos pero nos devuelven 70 en servicios. Si se arreglara la descompuesta máquina “Estado” y se la hiciera producir 100 unidades de servicios (en lugar de 70) por las 100 unidades de impuestos que nos cobra, tendríamos más cosas y servicios para repartirnos.Invertiríamos más, consumiríamos más, exportaríamos más y generaríamos más ingresos para el Fisco quien podría reduciría la pobreza de quienes no pueden trabajar. La economía argentina tiene instalado otro factor de inflación y de subdesarrollo de carácter estructural porque a partir de 1947 distintos gobiernos literalmente demolieron los ferrocarriles cuyos servicios actualmente son pocos y malos. En términos generales, el costo del transporte ferroviario realizado correctamente es la tercera parte que el costo por camión e incomparablemente menos contaminante…pero en los últimos 70 años se ha destruido al tren, herramienta fundamental para bajar los precios internos y consolidar la unión nacional. Buena parte del atraso que se advierte en muchas provincias argentinas, tiene origen en los costos de transporte…
LA EXPERIENCIA DE ESTOS DOS AÑOS OBLIGA A CAMBIAR LA POLÍTICA DEL BANCO CENTRAL
La actual política del Banco Central repite experiencias anteriores con el tipo de cambio artificialmente elevado e intereses cuantiosos: El productor local que quisiera exportar lo que produce, obtendríapocos pesos de la moneda extranjera con la cual le pagarían. Por ese motivo restringe su producción a lo que vende localmente y no puede insertarse en los mercados mundiales ni crear empleos rentables con ese propósito. El tipo de cambio sobrevaluado niega a la capacidad argentina su inserción en el comercio internacional. La política del Banco Central es contraproducente porque el Fisco percibe menos impuestos dado que hay menos actividad económica que la que debería haber si exportáramos más. Para pagar los gastos corrientes del gobierno, la Tesorería emite títulos públicos o pide prestado como acaba de hacer recientemente, 91.250 millones de pesos a losAndes que le entregó dinero del sistema previsional. Si se consigue dinero del exterior para pagar el déficit fiscal en moneda local, hay que pagar intereses por esas divisas que deben ser compradas por el Banco Central emitiendo moneda local ….Esa moneda es tan inflacionaria como la emisión lisa y llana sin haber pedido prestado nada. Es preferible directamente emitir moneda nacional para financiar el déficit, sin pagar intereses en dólares… Para terminar con la inflación hay que disminuir los gastos del Estado como aumentar su eficacia y estimular la producción y la exportación… El Tesoro recaudaría mucho más y no se endeudaría. La emisión monetaria es una consecuencia del déficit fiscal, influido por las trabas a la producción.
El tipo de cambio artificialmente elevado requiere que los intereses sean muy altos… intereses que imposibilitan la expansión de la economía… y, desde luego, el aumento de la recaudación. Corregir el tipo de cambio no es sencillo y es necesario prever sus consecuencias sobre los sectores más débiles de la sociedad pero si no se actúa cuanto antes en la materia, habrá resultados todavía peores para todos. Ya los hemos experimentado en 2001 y no queremos verlos de nuevo.
EL TURISMO, GENERADOR DE DIVISAS Y CREADOR DE EMPLEOS, PUEDE AYUDAR MUCHO A CORTO PLAZO…PERO REQUIERE UN TIPO DE CAMBIO CORRECTO:
La situación heredada por el actual gobierno es tan difícil que hay que elegir cuidadosamente que actividades pueden ayudarnos. Una de ellas es el turismo. Ya hemos visto que el déficit del año 2017 en materia de dólares gastados por argentinos en el exterior versus lo gastado por extranjeros en suelo patrio, son 10.000 millones de dólares. Esta es una cifra impresionante que demuestra que es más barata la vida en muchos otros países que aquí. El tipo de cambio subsidia a miles de connacionales sus viajes para pasear o hacer compras en vez de hacerlo en nuestro medio…y generar impuestos aquí. También explica la reducción del turismo extranjero hacia nuestro país. Argentina no solo es cara, sino que el visitante esta jaqueado por las huelgas sorpresivas. En Buenos Aires el turista no sabe cuándo va llegar a destino porque los “piqueteros” pueden no dejarlo circular. Tampoco brindamos a los visitantes baños inmaculadamente limpios, como son los de otras latitudes.
La balanza comercial en 2017 fue negativa en más de 7000 millones de dólares porque exportamos poco. Con ese volumen de ventas al exterior no se puede crear empleos dignos para transferir trabajadores de donde no son útiles a destinos mejores. Debemos cerrar esta brecha abierta por el irreal precio del dólar y, en el caso del turismo, también por organizaciones delictivas que se consideran superiores a la ley. Si perdemos en lo que vendemos al exterior respecto de lo que compramos y perdemos en los turistas que recibimos respecto de los que enviamos, si lo que sale es más que lo que entra ¿ Se pueden pagar las deudas? ¿Esta política es viable o nos va a llevar a otro default?
LOS LEBACS RESTRINGEN LA PRODUCCIÓN Y AUMENTAN EL DÉFICIT FISCAL
Los Lebacs son bonos inventados por el gobierno Kirchner para retirar artificialmente circulante de la plaza y que los precios no suban. Los emite el Banco Central a una tasa de interés muy atractiva y los vende a inversores financieros. Estos bonos son de dudosa legalidad porque el Banco Central no está autorizado para emitir deuda. El único que puede hacerlo es el Congreso Nacional. (Artículo75, inciso 4to.C.N… Los Lebacs pagan un suculento interés a corto plazo, de suerte que muchos inversores compran Lebacs en lugar de hacer más grande a su empresa o comprar un campo o hacer una inversión socialmente útil. El Banco Central nos asegura con los Lebacs un competidor para las inversiones no financieras y una forma carísima de retirar de la circulación la emisión monetaria causada por el déficit fiscal…agrandado por pagar los intereses de los Lebacs. Sería mejor no emitir Lebacs y achicar el déficit fiscal mediante una economía pujante. Si el precio del dólar estimulara el turismo hacia Argentina y nuestras exportaciones, se disminuirían las salidas y compras al exterior, venderíamos afuera más de lo que compramos y tendríamos más turistas extranjeros…Recaudaríamos mucho más. Habría más empleos dignos, menos emisión monetaria origen de la inflación, y no tendríamos que pagar los intereses leoninos de los Lebacs.
Este apocamiento de la vida argentina constreñida a vivir encerrada tímidamente en un tipo de cambio artificial que termina inevitablemente en un desastre que a un costo inmenso restablece el equilibrio, contrasta con la audacia que tuvieron un puñado de hombres que construyeron en medio de la nada, una nación civilizada que fuera modelo de progreso y bienestar.
Juan José Guaresti (nieto)
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